jueves, 29 de julio de 2010

Me despido del dolor

Tres horas, alumnos y padres de familia sentados escuchando el discurso de despedida, insulso y sin sentido, lleno de mentiras; todos hacìan lo posible por ignorarlo y asì pasar màs ràpido el tiempo incòmodo. Mientras tanto, delante de mi estaba sentada ella ¡Que hermosa se veìa el dìa de hoy! y màs por el hecho de que serìa el ùltimo dìa que la verìa. Sì, me alejo de ella pero, porque es la mejor manera de deshacerme de èste profundo sentimiento que tengo en mi corazòn.

Adiós dolor, tù que viviste en mì durante dos años, tù que hiciste que perdiera la esperanza y dejara de confiar en mì, adios dolor, tù que me apartaste de lo que màs me importaba. Adiós dolor, adiós eternamente. Me despedì de tì sin mas que deicr, sin voltear la mirada atràs, sin pensarlo dos veces.

El camino no deja ver su final y sè que serà difìcil, sin embargo, no temo ni mucho menos me mantengo expectativo, sòlo se que èsta vez no me desviarè de la ruta, pase lo que pase; no dejarè que tù ni nadie mas entren a mi vida y la alteren a tal grado que pierda el control de la misma.

Un dìa la distancia y el tiempo borraran todo, pero siempre quedarà parte de su aroma en mi alma. Ojalà hubiera durado un dìa màs, un minuto si quiera, pero como siempre eh tenido en mente, "las cosas por muy insignificantes que sean tienen una razòn de ser".

Fuì felìz a tù lado, pero sufrì màs de lo que disfrutè. Sì un dìa me recuerdas, que sea de la forma en la que te lastimè, pero no me recuerdes como aquel que casi lo dió todo por tì.

Y mis ultimas palabras seràn: Aun te amo, pero no como antes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario