Hoy siento que fuese mi último día, siento como el aire se va de mi,
como el viento me golpea con fuerza brutal.
El tiempo se encargarà de hacerlo, de borrarlo y a la vez de perdonar. Solo mi vista cansada logra ver entre las plabras ocultas una verdad siniestra. ¿Muerte? No! la muerte no se alcanza cuando el aire se va de los pulmones, la muerte es cuando la esperanza se esfuma, cuando el último recuerdo es el dolor.
Siento que abro los ojos pero no veo nada claro, no veo el fin.
Temo por lo que sigue, una inseguridad factible.
Antes o después, no importa mientras el presente sigua siendo el mismo.
Mi cabeza caerá al suelo, golpeando profundo y la ceniza se irá bailando con el ritmo de mi último latido.
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